Intenso fin de semana el que ha vivido la Hermandad de la Sentencia, inmersa de lleno en sus tradicionales cultos y actos cuaresmales.
Otro año más, el consolidado Vía Crucis con la imagen de Nuestro Señor en su Sentencia, recorrió las calles de la demarcación parroquial de Ntra. Sra. del Pilar y Santa Teresa, siendo recorrida, este año, la barriada de la Puerta del Sol.
La agradable noche acompañó al numeroso grupo de hermanos y devotos que siguieron las lecturas de este piadoso ejercicio, escrito este año por los hermanos de la Cofradía D. Miguel Ángel Leiva Gómez y Dña. Celia Ana López de la Torre. La música de capilla ayudó y creo el ambiente propicio, y la sensación de recogimiento, devoción y silencio hizo muy intenso el seguimiento de cada estación. El grupo Coral Ntro. Señor en su Sentencia, finalizaba el Vía Crucis interpretando la composición tan ligada a la Hermandad "Refugio de nuestras almas".
El domingo, por primera vez, Jornadas Cofrades eran inauguradas con la Exaltación de la Semana Santa. Puntualmente, el Hermano Mayor, D. Manuel Jesús Ruiz López daba comienzo a las mismas, en la sala Palma Burgos del Palacio D. Luis de la Cueva.
Dña. Lourdes Alameda Herrador, presentadora de la exaltadora, con unas breves pero emocionadas, sencillas y cercanas palabras descubrió el lado más humano, fraternal, familiar y cofrade de su hermana; mostrando la complicidad, cariño y admiración que se tienen ambas.
Los asistentes que llenaban por completo la sala, recibieron entre aplausos, a la XVI Exaltadora de la Semana Santa, Dña Irene Alameda Herrador, que emocionada agradecía las palabras y elogios que minutos antes le había lanzado su hermana desde ese mismo estrado. Irene, supo ganarse con su naturalidad a todos los asistentes que, emocionados, seguían sus palabras, mensajes, recuerdos y agradecimientos. Poco a poco fue desgranando pasajes de su vida rememorando vivencias con sus padres, hermanos y abuelos; de sus años vividos con la túnica de la Noche Oscura y del Santo Entierro; y, como no, de sus vivencias más intensas dentro del seno de la Familia de la Sentencia, en la cual ingresó gracias a su amigo David Sánchez Latorre, cuando llegó una Semana Santa a Rincón Cofrade. Desde ahí su vida experimentó un importante cambio que la llevó a integrarse completamente en la Hermandad, conocer a su marido Francisco Javier Murciano Fuentes y aprender y enamorarse aún más de la Semana de Pasión, compartiendo estos sentimiento entre su Úbeda natal y su Sevilla adoptiva.
Tras soñar por unos instantes con la próxima salida de la Reina de Santa Teresa, María Santísima de las Penas, pronunció las protocolarias palabras "He dicho" e instantáneamente comenzó un prolongado e intenso aplauso con el que todos los asistentes reconocían la brillante exaltación que acababa de terminar.
Fotografías: Pedro Cruz López y Rafael José Merelo Guervós.